Siempre trato de apoyarse en la iglesia para manipular al pueblo, las obras de infraestructura siempre fueron dadas a los extranjeros, pues en la cabeza de ambos personajes, ellos eran mejores que nosotros.
Las traiciones y la falta de palabra ante los compromisos ofrecidos siempre fueron una constante, y esto fue lo que origino el malestar de la población, llegando a tal punto de querer derrocarlos del poder al costo que fuese.
Todo esto, desde mi punto de vista es lo que siguió pasando en los tiempos en los que nos gobernó el PRI, pues el presidente en turno, así como, Porfirio Díaz y en la Ley de Herodes, estos personajes fueron tomando poderes absolutos. Poderes que trastocaban a la republica, pues los demás poderes, el legislativo y judicial estaban bajo las ordenes de un todo poderoso y no del pueblo como marca la constitución.
Como la Ley de Herodes dice ¡O te chingas o te jodes!


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