Las esculturas del Paseo de la Reforma
Las estatuas del Paseo de la Reforma proceden del interés del Estado por proclamar el triunfo del Partido Liberal. El gobierno, durante la República Restaurada y el porfiriato, promovió concursos entre escultores para propiciar la factura de estatuas y monumentos; señalaba las pautas iconográficas y formales, y daba todo su apoyo a las escenas que recrearan temas del pasado prehispánico y de los héroes que recientemente habían vencido con sus ideales a los integrantes del Partido Conservador. Las esculturas del Paseo de la Reforma tuvieron, por tanto, dos funciones: embellecer la avenida y hacer propaganda al liberalismo a través de sus hombres más destacados.
Monumento a Cuauhtémoc
El monumento a Cuauhtémoc es una muestra del neoindigenismo o del indigenismo académico altamente promovido por el gobierno de Porfirio Díaz. El ingeniero Francisco M. Jiménez y el escultor Miguel Noreña ganaron el concurso para realizar el monumento en el año 1877. Éste posee dos inscripciones. Una dice: “A la memoria de Cuauhtémoc y de los guerreros que combatieron heroicamente en defensa de su patria. Año de 1521”. La otra explica: “Ordenaron la erección de este monumento Porfirio Díaz, presidente de la República, y Vicente Riva Palacio, secretario de Fomento. Año de 1878”.
Monumento a la Independencia
La idea de levantar el monumento siguió en la mente de los gobernantes durante la segunda mitad del siglo XIX. Sólo Porfirio Díaz tuvo los recursos para emprender la obra que celebraría el inicio del movimiento independentista. El arquitecto Antonio Rivas Mercado realizó el diseño, mientras los ingenieros Guillermo Beltrán y Gonzalo Garita, y el arquitecto Manuel Gorozpe la construyeron. El escultor italiano Enrique Alciati talló las esculturas de mármol en México; las de bronce se fundieron en Italia. La fábrica dio inicio el 2 de enero de 1902 y concluyó con la inauguración el 16 de septiembre de 1910.
Monumento a Colón
El monumento a Colón que, como ya se dijo, se colocó en el Paseo de la Reforma en 1877, estuvo antecedido por el proyecto de Manuel Vilar que estaba sin fundir en la Academia y que Maximiliano pretendía que se situara en la segunda glorieta (en la primera estaba la de Carlos IV). La escultura de Vilar, sin embargo, se colocó en la Plaza de Buenavista el 12 de octubre de 1892.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
muy interesante:) gracias me ayudo mucho
es interesante ver que todo esto tiene q ver con las reformas hechas durante el porfiriato
Publicar un comentario